martes, 9 de noviembre de 2010

ENTREVISTA A BRUNO MORO EN EL NUEVO SIGLO: Ley de Víctimas cambiará clima del país

Ley de Víctimas cambiará clima del país: Bruno Moro

Viernes, 05 de Noviembre de 2010 00:00

Por Gabriel Sonny Cubillos

Periodista de EL NUEVO SIGLO


Actualmente no hay condiciones para la negociación que le ponga fin al conflicto armado, pero Colombia no se cansa de construir paz, indicó.

RECONOCER que el Estado tiene una responsabilidad con los afectados por la violencia es uno de los aspectos a destacar del proyecto de Ley de Víctimas que radicó el Gobierno Nacional.

Así lo considera Bruno Moro, coordinador residente y humanitario de las Naciones Unidas en Colombia y representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano (Pnud).

El funcionario destacó también la forma como el Ejecutivo lanzó la iniciativa, lo que en su opinión refleja el compromiso que tiene con este proyecto por medio del cual se busca reparar a más de 4 millones de víctimas de los grupos armados ilegales e incluso de agentes del Estado. Vale recordar que el propio Juan Manuel Santos lo radicó en el Congreso.

EL NUEVO SIGLO: Usted ha dicho que Colombia es el país con más iniciativas de paz en el mundo, pero vemos que no se alcanza. ¿Esto no conducirá a un desestimulo para superar el conflicto armado por esta vía?

 

BRUNO MORO: La razón de organizar un evento como Expopaz es resaltar la cantidad, la calidad y la importancia de iniciativas que salieron directamente del pueblo colombiano, de sus territorios y que son importantísimas para tomar en consideración por quien hace políticas públicas de construcción de paz y de construcción de ciudadanía consciente hacia la paz. Es cierto lo que dice, parece una contradicción pero precisamente porque hay áreas de una Colombia en donde existe violencia y conflicto armado, y al mismo tiempo una Colombia que construye paz.


ENS: Hay una especie de sin salida porque el Presidente dice que no dialogará con la guerrilla hasta que no abandone el terrorismo, pero ésta no lo hace. ¿En ese escenario hay cabida para iniciativas de paz actualmente?

 

BM: Nosotros pensamos que la paz se construye con la intervención en muchas direcciones, construir la paz no es sólo la negociación. Mientras la negociación es importante para interrumpir la confrontación armada, no necesariamente construye paz. Hemos visto en otros territorios en donde supuestamente hubo un acuerdo para dar fin a las hostilidades, donde se entregaron armas, y muchas de estas áreas están plagadas de nuevo con otra cara pero que afectan a las mismas personas. Es decir, las víctimas son también víctimas hoy de las bandas ilegales, hay amenazas a gente que quiere regresar a sus territorios o a su tierra, o que quiere volver a hacerlas productivas. Hay amenazas a líderes de víctimas para que se queden calladas y se queden víctimas por el resto de su vida y de la generación que sigue porque la estigma de ser víctima pasa como la pobreza, lamentablemente, entre generaciones.


Entonces es una situación en la cual nosotros decimos 'es cierto, no existe ahora la condición para la negociación', pero por esto el país no deja de construir paz, y la construye en áreas, en terrenos donde son necesarios para que la paz sea sostenible. ¿Cuáles son éstos? Cultura de paz, la conciencia ciudadana que ayuda a resolver conflictos de forma pacífica respetando la diferencia; el desarrollo económico social alternativo; cuando se piensa en una ley de tierras, en un mercado inclusivo, en una reducción del desempleo, hay que mirar estas iniciativas; iniciativas de equidad de género y apoyo a la mujer, fundamental para la cultura de política social; y tema de tierras, que se ha tratado. Entonces hemos tomado cinco temas que son fundamentales cuando se quiere construir paz sostenible.


ENS: ¿Cuál es su opinión sobre el proyecto de ley de víctimas, que el propio Presidente radicó en el Congreso?

 

BM: Yo creo que esta iniciativa es muy importante, y desde Naciones Unidas quería hacer un llamado respetuoso al Congreso para que la asuma y la apruebe. Naturalmente no es perfecta pero en muchas situaciones lo perfecto es enemigo de lo factible, de lo posible, y sobre todo creo que esta iniciativa cambiaría un poco el clima en el que se vive en el país. Es decir, vemos que por primera vez después de haber resuelto ciertas situaciones, sobre todo en relación a la seguridad, un Gobierno y un Jefe de Estado tienen esta iniciativa, reconociendo que el Estado tiene un deber hacia las víctimas del conflicto porque son ciudadanos colombinos que no han sido protegidos o que se han dejado un poco al desamparo.

Que la lanza en una forma que es inequívo el compromiso que se da en esa dirección, que es parte de un paquete de una visión sobre el desarrollo rural al cual hay que dar más atención, hacerlo más competitivo, darle más inversión, apoyar al pequeño campesino como un actor fundamental. Todas estas son declaraciones del Gobierno que son muy importantes, entonces como primer paso yo pienso que si no se aprueba esta ley quedaría una sensación de mucha amargura en el 10 por ciento, por lo menos, de la población del país, que ha sufrido desplazamiento, que ha sufrido victimización, que vive en áreas donde hay minas. Así no puede ser, francamente, ser tampoco un país competitivo a fututo, la competitividad del país no la hace un sector o una región, la hace su sistema-país, que es una institucionalidad, que es un ciudadano que participa, que siente que el Estado lo cuida, que no se siente alejado y entonces concibe a la democracia como un régimen que es efectivo para todos los ciudadanos.


En ese sentido pienso que tiene una gran significación política, económica y de derechos humanos y también de imagen general del país en la región y en el mundo.


ENS: ¿Ha cambiado mucho el rol de la cooperación internacional con Colombia en los últimos años por el tema de las víctimas?

 

BM: No, la cooperación internacional y hay que reconocer es bastante limitada en términos de cantidad financiera que aporta, en el caso de Colombia porque es un país rico, pero es simbólicamente y también en aportes de conocimiento muy significativa, y siempre ha estado en los últimos años preocupada de apoyar procesos que le permitan superar y limpiar un pasado que arrastra y que frena un poco a Colombia.

El tema de derechos humanos ya en un mundo globalizado no se puede obviar, es un estándar de civilidad social y de consenso ciudadano sobre la relación que tiene que tener entre Estado y ciudadanía.


El tema humanitario es importantísimo porque es el segundo país en términos de desplazamiento en el mundo, el tema de las minas, cuánto territorio del país está cercado por las minas.


Entonces siempre ha tenido este acompañamiento, cooperación técnica.

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